A partir de ahora el blog va a ser un poquiiito diferente, pero no mucho. Si antes trataba de alojamiento, transporte, comida, sitios que visitar y curiosidades en otros países, durante unos meses sólo hablaré de Bruselas.
¿Por qué? Pues porque una de nosotras se ha ido a vivir a Bruselas por unos meses y me parece una buena oportunidad para contar en primera persona todo lo que transmite la "ciudad gris" o, para mí, "la ciudad que huele a gofre".
Ha pasado casi un mes
Viajamos por... |
Al final sólo salimos unos 10 minutos más tarde, el vuelo duró 1h30 como estaba previsto y el paisaje...bueno, era el que veis en la foto. Es la primera vez que vuelo de día y no me paso todo el viaje contemplando los distintos paisajes. Era imposible ver algo. Todo se resumía a una densa capa de nubes y picos nevados.
Antes de aterrizar, el capitán volvió a hablar para avisar de que habría "ligeras turbulencias", pero "nada importante". ¿Nada importante? ¿Que el avión parezca un columpio y no se vea ni la pista te parece normal? Pues sí...llegamos a la pista haciendo eses, pero aterrizamos bien. Aunque nos tuvieron retenidos 15 minutos más porque, según nos explicaron desde cabina, los operarios de pista estaban recogiendo "objetos voladores que podrían causar algún accidente".
Maravilloso todo...Durante esos minutos los pasajeros del lado derecho del avión pudimos asistir a un gran espectáculo de peripecias aéreas. En 15 minutos tomaron tierra 4 aviones de distintos tamaños. Era impresionante verlo e incluso uno de ellos llegó tan torcido a la pista que en un primer momento sólo se apoyó con una de las ruedas.
Primer desplazamiento
Viajamos por... |
Por 49€ al mes puedes viajar de manera ilimitada utilizando autobús, metro y tranvía en la región de Bruselas capital. Es decir, que no sirve para ir a las ciudades y pueblos de alrededor (para eso está el Go Pass), pero va genial para visitar la ciudad a los que nos quedamos.
Lo que me sorprendió del tren es que en cada parada se baja un "botones" que vigila que no quede nadie en el andén para accionar una llave que cierra las puertas de los vagones. Después, pasa persona por persona a pedir el billete y marcarlo. ¡Qué ilusa! En ese momento pensé: "Anda...qué bien controlado lo tienen todo".
Sí, sí...poco más tarde, al coger el bus, me di cuenta de que nadie pasa la tarjeta. Los autobuses abren todas las puertas en cada parada (son largos, así que tienen 4 entradas) y cada uno entra por la que quiere. Hay unas maquinitas en cada una para picar la tarjeta o para pasar el chip del abono mensual o anual, pero nadie lo controla. En el metro, algunas paradas sí que tienen puertas de seguridad, pero otras son totalmente libres.
Basura
Nadie me había comentado que Bruselas era una ciudad sucia. Esta fue la primera impresión que tuve al llegar a Ixelles, el que será mi barrio durante los próximos 6 meses (5 a partir de ahora). Las calles estaban llenas de bolsas de basura apelotonadas en las aceras y no había ni un solo contenedor. (Ese día no hice ninguna fotografía, pero en cuanto la tenga subiré una muestra gráfica).
Más tarde, el propietario del piso me explicó que en Bruselas el sistema de basuras es totalmente diferente al de España: tiene horarios, bolsas de diferentes colores y varias normas. Vamos, que necesitas un máster para entenderlo todo, así que la próxima entrada la dedicaré a este tema.
Espero que os haya gustado esta primera experiencia personal sobre la ciudad. Mi día a día es un poco agotador, así que en cuanto tenga tiempo os iré explicando más cosas.
¡No olvidéis que vosotros también podéis participar a través de los comentarios!
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